En la Plaza Politeama en Palermo (Italia), el Papa Francisco resaltó que los jóvenes deben decir siempre “no” a la resignación, siendo creadores de esperanza y de futuro, recordando además que “¡Todo puede cambiar!”
Ante miles de jóvenes presentes y en medio de un gran ambiente de fiesta, el Santo Padre respondió a tres preguntas que los jóvenes le hicieron a su llegada: ¿Cómo escuchar al Señor?, ¿Cómo acoger a los demás? Y ¿Cómo ser joven en esta tierra?
En sus respuestas, el Papa recordó a los jóvenes que “tienen en el corazón y en las manos la posibilidad de hacer nacer y crecer esperanza”.
“Por favor, no a la resignación. Escuchen bien, un joven no puede ser resignado. Todo puede cambiar. ¿Dónde debo llamar? A tu corazón, a tus sueños. Generen una civilización nueva, acogedora, fraterna, del amor. ¡Todo puede cambiar!”, continuó.
Respondiendo a la primera pregunta, el Santo Padre cuestionó: “¿Cómo se escucha al Señor? ¿Dónde habla el Señor? ¿Tienen el número de teléfono del Señor para llamarlo? Les diré esto y esto es en serio: Al Señor no se le escucha estando en un sillón. ¿Entienden? Con una vida cómoda, sin hacer nada, te aseguro que escucharás cualquier cosa menos al Señor”.
El Papa Francisco indicó que “quedarse sentados crea interferencia con la Palabra de Dios que es dinámica. Si estás estático, no puedes escucharla. A Dios se le descubre caminando, no esperando que en la vida mágicamente algo ocurra”.
“Lo vemos en esa fascinante historia de amor que es la Biblia. Aquí el Señor llama continuamente a la gente joven y ama hablar a los jóvenes mientras están en camino –por ejemplo, piensen en los dos discípulos de Emaús– o mientras hacían sus cosas: piensen en David que pastoreaba a su grey, mientras sus hermanos estaban en la casa tranquilos”.
Francisco subrayó también que “Dios detesta la pereza y ama la acción. Métanse bien esto en el corazón y en la cabeza. Los perezosos no podrán escuchar la voz del Señor. ¿Entendido?”
“No se trata de moverse para ponerse en forma, se trata de mover el corazón, de poner el corazón en camino”. “Si quieres escuchar la voz del Señor ponte en camino y vive a la búsqueda. Aquí el Señor habla a quien está en búsqueda. Quien busca, camina”.
El Pontífice alertó luego: “Estar en camino es siempre sano. Sentir que ya has llegado, sobre todo para ustedes, es trágico. No se sientan nunca que ya han llegado. Nunca”.
“Me gusta decir, retomando lo del sillón, me gusta decir que es feo ver a un joven jubilado. Es feo. El joven debe estar en camino. La juventud es esto. Si te jubilas a los 22 años, te has envejecido muy rápido”.
Tras explicar que a Dios no se le encuentra en el teléfono, ni en la televisión, ni en “la música ensordecedora que atonta”, el Papa subrayó que “el Señor te hará sentir qué cosa quiere de ti, pero si estás en camino y buscando a los otros, buscando diálogo y comunidad con los otros. Sobre todo en la oración. Reza con tus palabras”.
“Hay otra cosa que les puede ayudar. Sueñen en grande, a lo grande, porque en los grandes sueños encontrarás muchas palabras del Señor que dice algo. Caminar, buscar, soñar. Y un último verbo que ayuda para escuchar la voz del Señor es servir, hacer algo por los otros, no replegado sobre uno mismo”.
Sobre la segunda pregunta, el Santo Padre dijo a los jóvenes que “su vocación será ser hombres y mujeres de encuentro, porque el mundo de hoy es un mundo de desencuentros, de guerra, la gente no se entiende”.
“Dios nos quiere salvados juntos, no solos. Que seamos felices juntos, no solos. Que seamos un pueblo. Ustedes son un pueblo con una identidad grande y deben estar abiertos a los pueblos que vienen a ustedes. Un cristiano que no es solidario no es cristiano. La solidaridad es la marca del cristiano”.
“Yo les diré a ti y a todos: ¿Cómo va tu amor? ¿Cómo está el termómetro de tu amor? A veces olvidamos la simplicidad del amor. Dios ama y da con amor. Es necesario involucrarse. Es necesario ensuciarse las manos. Si no son capaces de ensuciarse las manos nunca podrán ser acogedores, nunca podrán pensar en los otros”.
Francisco dijo luego que si un joven está triste, es posible que sea porque no está amando: “La tristeza es la medida de que esto es bajo. Sin eso no podrán ser constructores de futuro. El futuro está en sus manos. El futuro deben hacerlo ustedes con sus manos, con sus sueños, con los otros, siendo acogedores en el servicio a los otros”.
En cuanto a la tercera pregunta, Francisco refirió que actualmente el mundo vive en crisis, y ante ella es necesario descubrir las propias raíces.
“Padre, ¿dónde puedo encontrar las raíces? En su cultura, en el diálogo con los otros, pero sobre todo, y esto lo quiero subrayar, hablen y escuchen a los viejos. Pero, padre, siempre dice lo mismo. Ellos deben darte las raíces, ellos te pueden ayudar con la esperanza. No se puede andar y crear esperanza sin raíces. Lo que el árbol ha florecido, viene de lo que está enterrado, de las raíces”.
En el mundo actual, refirió el Pontífice, “hay desorientación La palabra crisis significa que te hacen bailar en la incertidumbre. No puedes estar firme porque todo se cae y todo se pierde”.
Ante este panorama, el Papa destacó: “Ustedes son la esperanza, y la tienen en sus manos hoy. Les pregunto, en este tiempo de crisis, ¿tienen raíces? Cada uno responde en su corazón, ¿cuáles son mis raíces? ¿Soy un joven con raíces o un joven desenraizado?”
Oración del Papa Francisco a los Jóvenes
Señor Dios mira a estos jóvenes.
Tú conoces a cada uno de ellos.
Tú sabes qué cosa piensan.
Tú sabes que quieren ir adelante,
hacer un mundo mejor.
Señor, hazlos buscadores del bien y de la felicidad,
hazlos esforzados en el camino, en el encuentro con los otros,
audaces en el servir,
hazlos humildes para buscar las raíces
para seguir adelante y dar frutos,
para tener identidad y pertenencia
El Señor Dios acompañe a estos jóvenes en el camino y los bendiga
Amén.