“En nombre de Dios, y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo… CESE LA REPRESIÓN. San Oscar Arnulfo Romero

La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), se dirige de nuevo en esta hora crucial y difícil, a todo el pueblo venezolano y a todo el componente civil y militar que conforman los organismo de seguridad para enfatizar que:

Las condiciones de vida del venezolano de hoy por todos conocidos en la vulneración de su derecho a la alimentación, salud , trabajo y seguridad, unido a una emigración forzada reciente, se ve ahora agravada por una represión violenta contra quienes manifiesta su descontento.

Desde el 22 de enero se ha recrudecido nuevamente la represión y la violencia por parte de efectivos de seguridad del Estado y colectivos armado hacia las personas que protestan cívicamente. Lamentamos profundamente tanta muerte, dolor y sufrimiento de nuestro pueblo. La cifra de heridos, fallecidos, detenidos arbitrariamente, torturados y perseguidos que se han cometido en todo el territorio viola la dignidad y los derechos humanos de los ciudadanos.

Es un clamor que grita: CESE LA REPRESIÓN

Ante esto exigimos:

1. Respetar la vida y seguridad de todos los venezolanos, incluyendo los que protestan cívicamente.

2. Cesar la violación de Derechos Humanos y garantizar los derechos de todos los ciudadanos.

3. Frenar la represión sistemática antes el descontento popular.

Recordamos:

4. Al alto mando militar y a todos los organismos de seguridad que la violación de los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad no prescriben y la responsabilidad penal es personal y no justifica la obediencia a órdenes superiores.

5. Asimismo al estamento militar el deber de defender al pueblo de acuerdo a lo previsto al artículo 328 de la carta Magna que prevé que la Fuerza Armada está al servicio de la nación.

6. Hacemos un llamado a todos los venezolanos a no responder con violencia a las diversas provocaciones de las que están siendo objeto.
Oramos por los que han perdido la vida por estos acontecimientos, por la recuperación de los heridos, y por el debido proceso y el derecho a la defensa de los detenidos arbitrariamente.

Así mismo, aseguramos nuestra cercanía espiritual con los familiares de las víctimas y que
María Madre de la Iglesia y Reina de la paz interceda por Venezuela.

 Monseñor Roberto Lückert
Presidente de la Comisión de Justicia y Paz

Pbro. Saúl Ron Braasch

Vicario General de la Comisión de Justicia y Paz

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