«Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos», y el Señor, conociendo la importancia de la oración, les enseñó la oración del Padrenuestro (Lucas 11,1-4).

Los discípulos de Jesús, veían a Jesús orar, y Él, lo hacía con tanta pasión, constancia y entrega al Padre, que ellos no podían resistirse al llamado interior de también poder hacerlo de la misma manera.

Es así como los Padres deben inculcar en sus hijos y en su propio cónyuge, el deseo de orar. A través del propio testimonio de vida.

A continuación, invitamos a los Papás, para que en familia, realicen esta humilde oración, y con ella, podrán lograr aumentar el deseo en sus seres queridos, de amar la oración y sentirla profundamente.

Jesús hizo hincapié en la importancia de la relación con Dios como nuestro Padre, y Él dio el ejemplo de la reverencia y familiaridad con la que debemos acercarnos a Dios.

Ayudando a su hijo y a su esposa a ver a Dios como un Padre fomentará en ellos un profundo deseo de oración y una mayor intimidad con Dios. Verás cómo fluye la felicidad en sus vidas en un sentido pleno

Oración de un esposo por su matrimonio y sus hijos

Padre amado, te doy gracias por el don de mi familia, por quienes en este momento te ruego, y sobre los cuales ahora te pido que derrames todas tus bendiciones y cumplas en ellos todas tus promesas de amor.

Tú quisiste que tu Hijo amado naciera bajo el seno de una familia y le asignaste un padre terrenal, San José, para proteger su inocencia y cuidar siempre de sus pasos.

Te pido que a ejemplo de San José, pueda yo velar también por los míos. Sé que con San José como mi guía, estaré siempre listo para pasar mi vida con mi familia, por ellos y para ellos.

Bendice a mi mujer, a quien tú me has dado como mi esposa y mi amiga fiel, para compartir tu maravillosa obra de creación. Ella es carne de mi carne y huesos de mis huesos. A ella debo mirarla siempre como a mi igual y tratarla con el amor de Cristo por su Iglesia. Que María Santísima sea su guía y la ayude a encontrar tu paz y tu gracia en todo momento.

Dale siempre, Señor mío, la capacidad de administrar el hogar con sabiduría y entereza, y así, pueda ella mantener con calma y firmeza cada una de las situaciones complejas de la vida que se nos presenten como familia.

Bendice su vientre, para que me de los hijos que Tú, en tu infinita bondad, tienes planificado para nosotros y que sea capaz de engendrar niños santos que colaboren con tu reino y con tu obra de amor.

Bendice a mis hijos con tu vida y con tu presencia. Con tu amor paternal, muéstrales caminos de paz y de alegría. Que no pierdan nunca la esperanza ni sus sueños se vean truncados por los sinsabores de la vida.

Que el ejemplo de tu Hijo predilecto sea la base sobre la cual ellos construyan sus vidas y que el Evangelio sea siempre su esperanza y su apoyo.

Te imploro, oh Padre amado, que protejas y bendigas a mi familia. Ven y permanece vigilante sobre ella, de manera que, en la fuerza de tu amor, cada uno de sus miembros pueda disfrutar de la prosperidad que Tú tienes planeada, que posean el don de tu paz y de la caridad, y que sean siempre esa pequeña iglesia doméstica, para que con tu luz y tu verdad, den testimonio de tu gloria en el mundo.

Amén

 

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